ago. 30, 2017
A mediados del año 2014 la explosión del fracking o fracturación hidráulica causó una baja significativa en los precios del petróleo, beneficiando a los países importadores netos y perjudicando a los países que dependen de la exportación de este recurso para el mantenimiento de sus modelos de desarrollo social; como es el caso de varios países progresistas de América Latina que actualmente se encuentran en crisis políticas además de económicas.
En la década anterior, la aproximación de la producción al pico del petróleo hizo que los precios se mantuvieran elevados. La fracturación hidráulica desplazó el pico en el tiempo, haciendo que los precios actuales vuelvan a ser bajos. Sin embargo, existe evidencia de que el desplazamiento del pico del petróleo solo sea especulativo, siendo parte de una nueva burbuja económica que puede estallar si las potencias importadoras de petróleo no llegan a dominar las fuentes cercanas de crudo.
El condicionamiento de los países consumidores del norte a los exportadores de petróleo se da por la incapacidad impuesta y aceptada de los países del sur para desarrollar su propia tecnología, quienes para adquirirla y usarla deben intercambiarla con otro tipo de mercancías, como es el caso del petróleo convencional, la minería, la agroindustria, entre otras.
Inicialmente esta lógica no se repitió en el caso de la fracturación hidráulica, ya que este método se desarrolló en los países “desarrollados” como Estados Unidos, Canadá e Inglaterra para garantizar soberanía energética, y así demandar menos crudo, teniendo luz verde para la caída del precio. Posteriormente se iniciaron exploraciones y explotaciones en varios países, como China y Argentina, hasta llegar a realizarse fases de exploración en países con reservas probadas de cero, como es actualmente el Uruguay. La tendencia de exploración de petróleo no convencional en países del sur se expandirá por la subvaloración que da el norte a su naturaleza y población.
En el caso del Uruguay la posibilidad de encontrar petróleo con precios de explotación rentable es cercana a cero, como ha ocurrido en los casos de Monterrey en California o en varios sitios de Inglaterra. ¿Por qué entonces se gastan recursos en encontrar algo inexistente que causa grandes problemas sociales y ambientales? La respuesta se la da ya no desde la necesidad de apropiación de recursos naturales o naturaleza, sino desde la especulación. El periódico inglés “The Thelegraph” del 11 de agosto de 2014 destacó un informe sobre la facturación hidráulica en cuyas primeras líneas decía: “¿Quieren saber cómo les afectará la fracturación hidráulica? Lo sentimos es secreto de Estado” En este número se citó un informe titulado “El gas de esquisto su impacto en la economía mundial”; del cual se extrajeron 58 fragmentos y 15 páginas del documento. ¿Porqué se censuró esta información?
Como es conocido, la economía especulativa es varias veces superior a la economía real sostenida en lo material, existiendo la necesidad de la colocación de los exceso de dinero en capitales. Las crisis vienen cuando revientan estas burbujas, como ha ocurrido en años recientes con las punto com y las hipotecas subprime. Estas crisis, en las cuales los corredores de bolsa ganan miles de millones de dólares en primas y han salido siempre impunes, han sido 23 en los últimos 200 años, algo que Marx ya predijo que sucedería en el año 1867; y las cuales la fracturación hidráulica no se escapa. Es por esto que el informe citado por el periódico “The Telegraph” censuraba un balance económico negativo en la explotación del petróleo no convencional. ¿Debido a qué se realiza exploración y hasta explotación de un recurso muy contaminante, con gran rechazo social y no rentable ni económica ni financieramente?
La respuesta la obtenemos del mismo informe “El gas de esquisto su impacto en la economía mundial” el cual si habla de un descenso del precio del petróleo por causa la exploración de petróleo no convencional, y por tanto es aceptado por los estados a pesar de la oposición de varios grupos sociales. Entre tanto se mantenga la probabilidad de existencia de petróleo extraíble por medios no convencionales se podrá mantener los precios bajos hasta que las potencias importadoras de crudo logren avanzar dentro de fronteras adversas como Venezuela, Iraq o Siria, o cualquier lugar donde se puedan controlar las reservas de petróleo convencional, incluyéndose por medios militares; antes de ocurrir primero el rompimiento de la burbuja, la cual se proyecta para el año 2019.
Renato Sánchez Proaño (GRICAM UPS)