Dentro de los procesos de producción en la industria florícola se utilizan una variedad de pesticidas que afectan de forma negativa la calidad del agua, esto genera problemas ambientales, e indirectamente alteran la calidad de la salud de las poblaciones aledañas. Esta industria a nivel mundial se ha consolidado en zonas rurales del sur del planeta, evadiendo de esta manera los procesos de remediación por los distintos contaminantes a los que está expuesta el agua bajo presencia de pesticidas. Estos territorios dependientes de la movilidad de los recursos económicos posibilitan el uso de químicos prohibidos en la zona norte del planeta, haciendo vulnerable a su población a daños de salud crónica.
8 de Mayo del 2023
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